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Alcohol

Durante este tiempo, tus exámenes médicos anuales son especialmente importantes y es un buen momento para hablar con tu proveedor acerca de los cambios que atraviesas.  Tu proveedor puede enviarte a un médico que se especialice en medicina juvenil para que se encargue de tus cuidados durante tu adolescencia.

¿Qué preguntas hago? 

  • Estoy notando un cambio en mi cuerpo del que no había leído. ¿Es normal?
  • ¿Cómo le digo a mis padres que estoy notando estas cosas?
  • (mujeres) ¿Cuándo cree que puedo esperar mi período? ¿Cómo me preparo para mi período?

Primero lo primero, la ciencia detrás de esto. El alcohol que la gente bebe es “alcohol etílico” o “etanol”. Se produce por fermentación (la levadura y otras bacterias convierten los azúcares en alcohol – ¡por eso la clase de química es importante!). El alcohol se encuentra en la cerveza, el licor, el vino. Existen otros tipos de alcohol que se pueden encontrar en productos de limpieza, alcohol de frotar, medicamentos, anticongelante, o en combustible. Sin embargo, estos NO son para beber y pueden tener consecuencias negativas graves e inmediatas para la salud si se consume – incluyendo la muerte, en algunos casos.

Una bebida se considera 0.6 onzas de alcohol puro. Esto se puede encontrar en 12 onzas de cerveza (una lata pequeña), 5 onzas de vino (una cantidad muy pequeña), 1.5 onzas de licor, u 8 onzas de licor de malta (aunque esto generalmente viene en “40s”). Entonces, ¿cuánto es demasiado? Esa es una pregunta difícil de responder ya que puede ser diferente para todas las personas. Sin embargo, el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) afirma que el consumo moderado de alcohol no es más de 7 bebidas en total en 1 semana y no más de 2 en cualquier día para las mujeres; y no más de 14 en una semana y no más de 4 en un día para los hombres. El consumo excesivo de alcohol es cuando alguien bebe mucho alcohol en un corto período de tiempo – esto es más de 5 (o 4 para las chicas) en aproximadamente 2 horas. Observa a las personas que te rodean: es posible que tú y ellos se sorprendan de la rapidez con la que podemos acabar en un uso indebido del alcohol y en su consumo excesivo.

¿Qué caso tiene entonces preocuparse por cuánto es demasiado? Cuando bebes, el alcohol viaja al estómago, el intestino delgado y se absorbe en el torrente sanguíneo y el cerebro. En ese momento puede alentar las funciones de tu cuerpo. Cualquier cantidad de alcohol puede hacer más lento tu tiempo de reacción, empeorar tu coordinación, afectar tu visión, y, lo más importante, hacer más difícil pensar con claridad y tomar buenas decisiones. Emborracharse es la reacción de tu cuerpo a beber demasiado alcohol a la vez. Todos hemos visto videos, escenas de películas, o tal vez incluso familiares o amigos que están actuando como tontos porque están borrachos. Cuando estás borracho, tu función cerebral está deteriorada – no puedes pensar bien, no actúas como tú mismo, y puedes tomar algunas malas, en realidad, malísimas decisiones. Los vasos sanguíneos se dilatan y es posible que te sientas acalorado: las mejillas de las personas pueden enrojecerse. En el peor de los casos: puedes tener un accidente automovilístico o tener una pelea física, tener relaciones sexuales sin protección o lesionarte de otra manera. Estos eventos de la vida no desaparecen cuando se te baja la borrachera, tienes que lidiar con las consecuencias, y sentirte súper enfermo después, especialmente si tienes resaca.

¿Alguna vez escuchaste de alguien que necesitara que le lavaran el estómago? A veces, el exceso de alcohol puede ser tóxico para el cuerpo en grandes cantidades. Si bebes lo suficiente para intoxicarte con alcohol, es posible que necesites un lavado del estómago –y,  créeme, no es bonito. El hígado tarda aproximadamente una hora en filtrar el alcohol, por lo que si tienes más de una bebida en una hora, puede darle a tu hígado más de lo que puede manejar. Tu cuerpo es bastante bueno para absorber alcohol, pero toma mucho más tiempo sacarlo de tu sistema. Si el alcohol se acumula en tu cuerpo, puede hacer que te enfermes horrible. Los signos de esto pueden incluir: sentirse confundido, vomitar, desmayarse o “perder el conocimiento”, y mucho peor: tener convulsiones, no respirar lo suficientemente rápido como para obtener oxígeno en el cerebro y tal vez ponerse azul o muy pálido. Si tú eres el que bebe, es posible que no te des cuenta de que estás experimentando estos síntomas. Si alguien que conoces está teniendo estos síntomas, es hora de llamar al 911 de inmediato y, por nada del mundo, dejar solo a tu amigo. Es posible que tú o esa persona no reciban el lavado del estómago, pero recibirán un tratamiento médico intenso para asegurarse de que no mueran.

Los efectos a corto plazo del consumo de alcohol, como los errores causados por el deterioro del juicio y las lesiones, como accidentes y caídas de vehículos automotores, violencia y conductas sexuales riesgosas, también pueden tener consecuencias a largo plazo. Piensa en lo que podría pasarte si tienes un accidente automovilístico mientras estás ebrio, o lo que le pasaría a la gente en el otro vehículo. Piensa en la enfermedad e incluso en el embarazo que podría ocurrir si tienes relaciones sexuales sin protección mientras estás bajo la influencia del alcohol. ¡ Más vale pensarlo bien antes de que pase!

También hay consecuencias a largo plazo que podrías tener con el consumo de alcohol durante períodos más largos de tiempo. Beber durante algunos años puede conducir a enfermedades crónicas como presión arterial alta, enfermedades del corazón, enfermedades hepáticas incluyendo cáncer, cáncer en otros lugares como senos, boca, garganta, esófago, hígado y colon. También puedes experimentar un aumento de la depresión y la ansiedad o la dependencia del alcohol o el alcoholismo. Vamos a profundizar en estos un poco más adelante.

Existe evidencia que muestra que el cerebro no termina de desarrollarse hasta que las personas están en sus 20 (25 es un promedio aceptado) o tal vez incluso hasta los 30. Esto significa que mientras estás en tu adolescencia y principios de los 20, tu cerebro todavía está desarrollándose, creciendo, haciendo nuevas conexiones, aprendiendo cosas nuevas. Cada vez que se crea un nuevo recuerdo o se aprende una habilidad, se construyen conexiones más fuertes – o sinapsis – entre las células del cerebro. Y sabemos que los cerebros de los jóvenes construyen sinapsis más rápido que los cerebros adultos.

La última parte del cerebro en desarrollarse se llama lóbulo frontal – está a cargo del juicio y el control de impulsos. Así que, obvio, tu cerebro adolescente es sofisticado e inteligente y genial para recibir nueva información y aprender muchas cosas con una muy buena memoria. Sin embargo, debido al retraso en el desarrollo del lóbulo frontal, las personas en su adolescencia y principios de los 20 tienden a tomar decisiones arriesgadas sin considerar las consecuencias de las cosas que van a hacer. Tomar cualquier sustancia tóxica (recuerda que el alcohol se puede considerar una toxina), ¡puede interferir con este desarrollo! El alcohol no mata las células cerebrales, pero corta las conexiones entre las neuronas. Esto afecta la coordinación motora (tropezar cuando intentas caminar), la función del habla (arrastrar las palabras) y, por supuesto, la toma de decisiones (como elegir pelear con un buen amigo, o llevar a alguien que de otra manera no llevarías a casa, etc.). No sólo te puede afectar en el momento, sino que, con el tiempo tu cerebro puede aprender el proceso de beber alcohol y desarrollar una adición a este – incluso si tomas sólo unos pocos tragos de vez en cuando.

Cuando se le llama alcohólico a alguien, ¿qué significa eso? Los médicos ahora usan un diagnóstico llamado “trastorno por consumo de alcohol” para diagnosticar a cualquier persona que pueda experimentar consecuencias perjudiciales a la salud física o mental, o un impacto grave en su bienestar social debido al consumo de alcohol. Anteriormente nos referimos a dos categorías: el abuso del alcohol y la dependencia del alcohol, pero desde entonces hemos reconocido que el uso indebido del alcohol es más como un espectro de leve a grave. Las personas con trastorno por consumo de alcohol pueden tener problemas para mantenerse al día con las responsabilidades en la escuela, el hogar o el trabajo. Su consumo de alcohol puede causar problemas de en sus relaciones (con padres, amigos, otros seres queridos) pero siguen bebiendo. Pueden tener problemas legales debido a su consumo de alcohol o participar en conductas de riesgo a pesar de estar “bajo la influencia” – como conducir. Las personas con trastorno por consumo de alcohol más grave pueden ansiar beber alcohol, tener dificultad para limitar o dejar de beber, y seguir bebiendo aunque cause problemas a su salud física o emocional. En este punto, su cuerpo “necesita” el alcohol para funcionar porque su sistema nervioso se adapta a la exposición al consumo excesivo de alcohol y así quedó reconfigurado. Básicamente, su cuerpo es adicto al alcohol.

Ahora sabes cómo el alcohol puede actuar como un depresor – vuelve más lentos los tiempos de reacción, perjudica la toma de decisiones, etc… ahora imagina si mezclas esos efectos con una bebida energética como la cafeína, los estimulantes y otros azúcares. El resultado es bastante aterrador. La cafeína en la bebida puede enmascarar el efecto depresor del alcohol, por lo que puedes ser capaz de beber más de lo habitual sin sentirte cansado o somnoliento. Cuando no puedes sentir los efectos del alcohol, puedes terminar consumiendo mucho más de lo que normalmente harías. Puedes imaginar cómo eso podría conducir a una intoxicación u otras consecuencias graves. Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) los bebedores que consumen alcohol mezclado con bebidas energéticas tienen 3 veces más probabilidades tomar en exceso que los que no lo hacen. También tienen el doble de probabilidades de tener relaciones sexuales cuando normalmente no lo harían y de subirse a un automóvil con un conductor que estaba bajo la influencia del alcohol. Si tienes la edad suficiente para beber, no mezcles alcohol con bebidas energéticas.

Como hemos discutido, el consumo de alcohol para adolescentes puede arruinar tu cerebro, tu cuerpo y tu entorno social. También es importante discutir temas legales relacionados con el consumo de alcohol. Recuerda que es ILEGAL para cualquier persona menor de 21 años comprar o consumir alcohol. Si te cachan bebiendo, podrías meterte en serios problemas legales. Si te detienen por conducir ebrio – conducir bajo la influencia (DUI) o conducir mientras está intoxicado (DWI), puedes obtener mucho más de lo que esperabas al empezar a beber – un historial criminal, tiempo tras las rejas, restricciones a tu licencia de conducir, o grandes multas.

Es importante hablar sobre el consumo de alcohol con tu familia y tu médico. Puede que no te afecte a ti, pero puede afectar a un amigo o familiar. Los efectos del alcohol pueden ir mucho más allá de la persona que se empina la cerveza. A medida que atraviesas la adolescencia y los 20, necesitas aprender a mantenerte a salvo. Cuando se trata de beber, nada de alcohol puede ser la mejor opción. Si alguna vez sospechas que tú o alguien que te importa tiene un problema con el alcohol, hazte algunas preguntas:

  • ¿Alguna vez has olvidado lo que pasó mientras bebías?
  • ¿Alguna vez te has metido en una pelea, te has lastimado o has hecho algo de lo que luego te arrepentiste por estar ebrio?
  • ¿Alguna vez te has metido en problemas con la policía mientras bebías?
  • ¿Alguna vez has conducido un coche después de beber?
  • ¿Alguna vez has faltado a la escuela o al trabajo porque tenías resaca?
  • ¿Bebes solo?
  • ¿Sientes que necesitas beber para divertirte?
  • ¿Vas a fiestas o eventos sociales sólo porque sabes que va a haber alcohol allí?
  • ¿A menudo piensas en beber?
  • ¿Has llegado a sentir que necesitas beber para divertirte?

Si respondes que sí a una o más de estas preguntas, tú o la persona que te importa puede tener un problema con la bebida, y debes hablar con tu médico, padre/tutor u otro adulto de confianza sobre obtener ayuda.

Existen algunos lugares a los que puede ir para obtener ayuda y apoyo:

  • Un consejero – Legacy tiene un equipo de servicios de adicción que puede ayudarte o a algún ser querido a superar un trastorno por consumo de alcohol
  • Alcohólicos Anónimos – un grupo de individuos de ayuda mutua para resolver sus problemas con el alcohol y lograr la sobriedad
  • Puedes llamar a:
    • Línea de ayuda sobre alcohol y drogas 800-527-5344
    • Consejo Nacional sobre Alcoholismo y Farmacodependencia: 800-622-2255
    • Servicio Nacional de Referencia de Tratamiento de Drogas y Alcohol: 800-662-4357

Existen algunas situaciones de emergencia en las debes informar a alguien más pronto que tarde:

  • ¿Alguien da indicios de intoxicación por alcohol? Llama al 911 inmediatamente. No dejes sola a una persona inconsciente
  • Nunca te subas al volante si has estado bebiendo ni le pidas un aventón a alguien que ha estado bebiendo. Utiliza una aplicación ride-share, llama a un adulto de confianza, o simplemente, ¡quédate ahí!

Recuerda, ¡puedes compartir cualquier información que aprendiste en esta sección con otras personas! Pasa la voz sobre el consumo de alcohol: lo bueno, lo malo y lo feo. Tú puedes ayudar a mantenerte a ti mismo y a los demás a salvo en un mundo donde hemos normalizado el consumo de alcohol y tal vez no sepamos la verdad al respecto.